Ya conocía a Mamen Moreu (Huesca, 1985) por su anterior trabajo Resaca que me había gustado, y tenía ganas de leer Desastre, ya que había leído muchas reseñas que comentaban que era un cómic superior. Resaca me pareció un buen trabajo, pero la repetición de temas hacía que funcionase mejor como por ejemplo de tira cómica que publicada en un único tomo. Por esa razón, empecé a leerlo con la idea de compararlo con el anterior.
Nada más comenzar la lectura se observa una gran evolución en el dibujo de la ilustradora, ya que prescinde de los brazos de chicle tan característicos que tenían los personajes en Resaca. Ya no se retuercen hasta el infinito, sino que mantienen unas proporciones más normales, aunque el estilo no intenta ser realista. También muestra un mayor dominio del lenguaje del arte secuencial, por el que la narración fluye mejor y que los personajes sean expresivos sin llegar al paroxismo. Además se puede observar que cambia con más frecuencia de plano en las viñetas, lo que da más dinamismo al cómic.
En esta ocasión la protagonista no es un alter ego de la autora sino Berta, una mujer de treinta y cinco años sumida en una crisis existencial. En el plano personal lleva más tiempo del que puede recordar fantaseando con dejar a su novio, en el laboral odia su empleo en una tienda de una cadena de perfumerías y a su jefe, que para empeorar las cosas ha contratado a una coach con la excusa de mejorar su productividad. Creo que este punto esta es una de las partes que más me ha gustado, ya que critica toda esa palabrería del pensamiento positivo propia de los libros de autoayuda y de otros vendehúmos. Que no deja de ser una forma de culparnos a nosotros mismos de todo lo que va mal en nuestra vida, aunque haya cosas que en realidad escapan de nuestro control.
Pero no entendáis que en este cómic el protagonista se regodea en su amargura. Si bien el arranque del cambio que sufre Berta es involuntario, o para ser más exactos no lo inicia ella, poco a poco rehace su vida para encontrar su lugar en el mundo. Lo que para algunos sería visto como una tragedia le sirve para evolucionar y descubrir qué es lo quiere hacer con su vida. Moreu nos cuenta de forma humorística cómo la protagonista tiene que volver a casa de sus padres y la odisea de buscar un piso de alquiler decente, en esta parte quien haya sido arrendatario se sentirá muy identificado. Otro recurso utilizado por la autora es dibujar sus problemas como alienígenas que hasta que no se marchen no podrá tener una vida tranquila, me ha parecido una forma muy interesante y gráfica de representarlo, un verdadero acierto.
En resumen, un cómic muy entretenido que se lee de una sentada, pero a pesar de ello consigue que el lector se encariñe con la protagonista y queramos saber cómo continuará con su vida. En muy pocas páginas crea un personaje que he sentido como real. Por eso me ha parecido un buen cómic y le pongo de nota cuatro gatitos.
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4 comentarios:
Celebro que lo hayas disfrutado, yo con los cómics no termino de animarme.
Besos.
Me alegra qeu lo hayas disfrutado, aunque esta vez no me animo, que es un género que no suelo leer.
Besotes!!!
Me lo he pasado bien leyéndolo. Si un días te animas, creo que es una buena opción.
Margari, muchas gracias por comentar. Me lo he pasado bien leyéndolo.
Nos seguimos leyendo.
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