Había visto alguna reseña de Nos vemos en el museo, primera novela de la escritora inglesa Anne Youngson y me pareció que podía gustarme. El jueves pasado, a media tarde, nada más enterarnos de que cerraban los centros educativos de nuestra Comunidad, Blocion y yo fuimos a hacer compra y después a por las provisiones importantes para encerrarnos en casa: libros.
El supermercado fue una locura, faltaban muchas cosas y estaba hasta arriba de gente. Pero la biblioteca tampoco se quedaba atrás. Muchos lectores estaban haciendo acopio de libros para intentar pasar el encierro forzoso en casa de la mejor forma posible.
Aproveché el viaje para coger dos libros que tenía reservados y, de paso, le eché un vistazo a la estantería de novedades, donde esta novela me hizo ojitos y me la llevé a casa. Iba preparada con mi carné y los de los peques, pero no hizo falta, porque como era el último día que las bibliotecas estaban abiertas, en vez de tres libros por carné dejaban coger cinco.
Tengo la manía de leer la portada, la contraportada, las solapas, los agradecimientos y las notas de los autores antes de empezar cualquier lectura. Y con esta me llevé la sorpresa de enterarme de que su autora la escribió a los 70 años. No suelo leer género epistolar. Si no recuerdo mal, solo he leído el gran 84, Charing Cross Road, y la verdad es que ambas novelas me han hecho disfrutar muchísimo.
Tina Hopgood es una granjera inglesa que vive en East Anglia, una mujer entregada a su granja y, sobre todo, a su familia. Su marido, Edward, y sus hijos, Tam, Andrew y Anna. Es una mujer abnegada, que no concibe otra vida más que la que le ha tocado vivir. Pero tras la muerte de Bella, su mejor y única amiga, comienza a hacerse preguntas.
La principal, cuándo se atreverá a viajar al Museo de Silkebork (Dinamarca) a ver al Hombre de Tollund, un hombre que vivió en la Edad del Hierro y del que únicamente se conserva su cabeza. Iba a hacer ese viaje con Bella, pero nunca encontraron el momento o el valor, y ahora ya nunca será posible.
La novela comienza con la carta que Tina escribe al profesor P.V. Glob, conservador del museo arqueológico. Tengo que reconocer que el comienzo del libro se me hizo un poco pesado, lento y hasta aburrido. Nunca me ha interesado la Historia, mucho menos la Edad del Hierro, y tanto hablar del Hombre de Tollund y de yacimientos arqueológicos hizo que estuviese a punto de abandonar la lectura. Menos mal que al final no lo hice.
Como el profesor falleció en 1985, es Anders Larsen quien contesta la carta de Tina. Y, poco a poco, carta a carta, comienzan a hablar de sus vidas, de sus preocupaciones, sus miedos, sus pensamientos. Y, aunque nunca se han visto, ni han hablado por teléfono, van convirtiéndose en amigos.
Anders se ha quedado viudo, ya que su mujer, Birgitt, falleció. Y sus dos hijos, Erik y Karin, viven en otra ciudad y casi no los ve. Vive por y para su trabajo. Obsesionado con el orden, la clasificación y la conservación de los objetos. Obsesionado con el pasado, sin prestar atención al presente y sin ilusión ni esperanza en el futuro. Está resignado. No le gusta su vida. Pero tampoco tiene intención de cambiarla.
Los dos protagonistas sienten insatisfacción, inquietud, duda. Pero no se atreven a dar un paso para cambiar sus vidas porque ni siquiera saben hacia dónde deben avanzar. Compartiendo los acontecimientos de sus familias, los pequeños y los grandes hechos del día a día, poco a poco sus temas de conversación se vuelven cada vez más íntimos, más emocionales y personales. Y casi sin darse cuenta se ayudarán uno a otro a encontrar el camino que quieren emprender. Porque nunca nada es tan inamovible que no se pueda cambiar.
Ambos cambian las renuncias, el sufrimiento, las dudas por la ilusión, la alegría y la amistad. Tanto Tina como Anders han vivido ya mucho más de lo que les queda por vivir. Pero los sentimientos y las reflexiones que comparten durante dieciséis meses a través de las cartas les hacen comprender que en la vida siempre puede haber un segundo examen a la mata de frambuesas.
Huyendo de tópicos, esta novela epistolar resulta pausada, dulce, cercana, cálida, acogedora, hogareña, reconfortante. Justo lo que necesitamos en estos días de tanta incertidumbre.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.
18 comentarios:
Me gusta muchísimo el género epistolar y hace demasiado tiempo que no me animo con él. Tomo buena nota de tu recomendación.
Besos.
Manuela,
Si te gusta este género, seguro que disfrutas muchísimo con esta novela, ya nos contarás cuando te animes a leerla. Muchos besos.
No tenía ni idea de este libro, pero me apetece. El género epistolar sí que me gusta. La genial "84, Charing cross road" que mencionas, así como "La sociedad loiteraria y el pastel de piel de patatas de Gernsey" son dos libros que me encantaron. Si a eso le unimos la cabeza de un hombre de la Edad de Hierro, los ingredientes hacen una receta muy suculenta.
Espero que no se os terminen los libros. Yo tengo para resistir varios asedios, afortunadamente, más todos esos que siempre quedan pendientes y olvidados por los estantes.
Un beso.
Este libro lo tengo en casita desde hace poquito. Y por lo que cuentas, lo voy a disfrutar mucho.
Besotes!!!
No he leído demasiado género epistolar pero, lo que he leído, me ha gustado. Ésta me atrae mucho y hace meses que la tengo apuntada
Besos
Rosa,
Me alegro de haberte descubierto este libro. Espero que te guste tanto como a mí, ya nos contarás. Me apunto La sociedad literaria, lo he visto en muchísimas reseñas y nunca me he animado, le voy a dar una oportunidad, todos habláis maravillas de él. No creo que se nos terminen los libros. Además de los cinco que cogí de la biblioteca, tengo unos 230 en el ebook y unos 100 en papel sin leer. Muchos besos.
Margari,
Espero que lo disfrutes, ya nos contarás qué te parece cuando lo leas. Muchos besos.
Laky,
Estás como yo, leemos poco este género pero, cuando lo hacemos, los disfrutamos. Dale una oportunidad a esta, vale mucho la pena, espero que te guste tanto como a mí. Muchos besos.
Oh pues no la conocia y la anoto q la lista de todoooo lo q tengo q leer ❤️❤️
Lo tengo apuntadísimo, precisamente me llamó la atención la edad de la autora... y los epistolares me pierden.
Besotes
Másqueropa,
Esa lista es interminable para todos, jejeje. Espero que si te animas a leerlo te guste tanto como a mí, ya nos contarás. Besos.
Shorby,
A mí también me pareció muy curioso lo de la edad de la autora. Si te gusta este género, te va a encantar, ya lo verás. Muchos besos.
Hace tiempo que no leo una novela epistolar y me apetece mucho.
Gracias por la recomendación, no la conocía.
Besos y cuídate.
No soy asiduo de la novela epistolar, pero por lo que nos cuentas en tu reseña, y sobre todo por lo que comentas en el último párrafo, tu recomendación es iteresante. Me la llevo anotada. Besos.
Yo leo novela,
Me alegro de que te guste mi recomendación, espero que la disfrutes tanto como yo, ya nos contarás cuando la leas. Muchos besos.
Francisco,
Espero que esta novela epistolar te ayude a pasar un buen rato y a desconectar de todo lo que nos está tocando vivir. Besos y a cuidarse mucho.
El género espistolar me gusta, hace bastante amena la lectura.
He leído en los comentarios la recomendación de "La sociedad literaria..." y me uno, está genial.
UN abrazo
Al calor de los libros,
Voy a tener que haceros caso y leer La sociedad literaria. Gracias por la recomendación. Otro abrazo muy fuerte para ti.
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