Título: Entre los vándalos
Autor: Bill Buford
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 1991
Páginas: 371
ISBN: 8433925253
Mientras estudiaba Periodismo entre 2002 y 2006 tuve que leer un
libro y hacer un trabajo. No recuerdo el curso ni la asignatura. Ni siquiera recordaba cómo se titulaba el libro
y quién era su autor. Solo que estaba escrito por un
periodista que durante varios años había acompañado a hinchas
ingleses de distintos equipos de fútbol por toda Inglaterra y otros países europeos. Pero lo que más
recordaba era lo muchísimo que me había gustado. Por eso
me daba tanta rabia no recordar el título y el autor.
Quería buscarlo para volver a leerlo, pero no sabía cómo. Hasta que Nick Hornby me
ayudó.
En su libro Fiebre en las gradas mencionaba el libro Entre los vándalos, de Bill Buford. Nada más leer el título y el autor supe que ese era el libro que llevaba tantos años intentando recordar. Lo busqué en las bibliotecas del Ayuntamiento y de la Comunidad y por suerte lo tenían en la de mi barrio, así que pocos días después lo cogí y por fin he podido releerlo después de tanto tiempo.
En su libro Fiebre en las gradas mencionaba el libro Entre los vándalos, de Bill Buford. Nada más leer el título y el autor supe que ese era el libro que llevaba tantos años intentando recordar. Lo busqué en las bibliotecas del Ayuntamiento y de la Comunidad y por suerte lo tenían en la de mi barrio, así que pocos días después lo cogí y por fin he podido releerlo después de tanto tiempo.
No
sé vosotros, pero yo no suelo releer libros, por mucho que me hayan
gustado. Me da miedo que pasado el tiempo no sean cómo yo los
recordaba, que ya no me gusten, que no me transmitan lo mismo y, en
definitiva, que me decepcionen. Sin embargo, tenía muchas ganas de
releer esta obra y por suerte puedo decir que no solo no me ha
decepcionado sino que incluso me ha gustado mucho más que la primera
vez que lo leí.
El
libro comienza en 1982, cuando el periodista norteamericano residente
en Gran Bretaña Bill Buford sube a un tren en Gales. El tren estaba
en manos de un nutrido grupo de aficionados al fútbol que habían
comenzado su metódica destrucción. Las fuerzas policiales fueron
incapaces de impedirlo. Antes de llegar a Londres, el tren quedó
fuera de servicio.
Buford
jamás había presenciado una conducta parecida entre los aficionados
al fútbol. Nunca había visto a un hooligan, a un vándalo. ¿Había
alguien que realmente tuviese conciencia de lo que sucedía todos los
sábados en todos los rincones del país? ¿Por qué no se había
parado nadie a escribir en serio acerca de ellos?
Durante
ocho años, entre 1982 y 1990, los años de las revueltas en los
ferrys que cruzaban el Canal de la Mancha, de las reyertas en la
calle, en los alrededores de los campos de fútbol, de las tragedias
de Heysel y de Hillsborough, de la violencia desatada en el Mundial
de Italia de 1990, Buford viajó con los hinchas.
Viajó
con ellos por Gran Bretaña, Italia, Turquía, Grecia y Alemania.
Asistió a reuniones del National Front y fue testigo del saqueo de
un pub. Vio apuñalamientos, escenas de violencia extrema, en uno de
los casos, por ejemplo, la violencia solo pudo detenerse con la
llegada de un tanque del ejército. Conoció a personas con apodos
como Pete Parafina, Sammy el Caliente o Cabeza de Piedra.
Se
hizo amigo de muchos hooligans, muchos de los cuales habían estado o
estuvieron luego en la cárcel. Carteristas, tironeros, atracadores,
traficantes de cocaína, comerciantes de dinero falsificado e incluso
conoció a uno que le arrancó a un policía el ojo de un mordisco.
Sin duda esta es la escena del libro que más me ha impactado.
A
lo largo de las páginas acompañamos a Buford en su internamiento en
el mundo de los hooligans. Bebe con ellos en los pubs, viaja con
ellos en trenes, autobuses y aviones, siempre de gorra, gratis, sin
pagar y, por si fuera poco, por el camino roban todo lo que pueden.
Algunos son casi niños, jóvenes, adolescentes, pero muchos tienen
entre 30 y 40 años.
No
todos son gente de clase baja, sin estudios, sin trabajo, que no
tienen otra cosa que hacer que ir al fútbol y dar rienda suelta a su
violencia. Para sorpresa del autor y del lector, muchos tienen
estudios, trabajos, incluso negocios propios. Muchos, especialmente
los líderes, los cabecillas, tienen dinero, mucho dinero. Entre
semana son personas normales, corrientes, respetables. Pero al llegar
el sábado se transforman, casi como un esquizofrénico.
¿Qué
lleva a una persona a desatar su ira, su odio, una violencia salvaje,
extrema, inhumana contra los comercios, el mobiliario urbano, los
edificios, los coches y, cómo no, contra los hinchas de otros
equipos y la policía? ¿Qué buscan, qué quieren demostrar y a
quién? ¿Cuál es su objetivo? ¿Qué defienden, qué les impulsa a
comportarse así?
Defienden
los colores de su equipo o de su selección, son nacionalistas y
odian con toda su alma a todo aquel que no sea igual que ellos. Eso
es lo único que tienen en común. Entonces, ¿qué hace que un grupo
de individuos se convierta en un grupo, en una masa, en una
muchedumbre? ¿Qué provoca ese momento, ese chispazo, ese instante
en el que, sin que nadie sepa por qué, todo comienza, estalla, se
desencadena la batalla campal, el enfrentamiento, la violencia?
¿Qué
se siente cuando se forma parte de una muchedumbre violenta dispuesta
a todo, sin ningún tipo de límite? ¿Miedo, incertidumbre, valor,
poder, alegría, euforia? ¿Hasta qué punto las persecuciones, las
batallas campales, los enfrentamientos, los navajazos, el vandalismo,
la violencia surgen espontáneamente o están planeados previamente?
En
este libro, con un estilo sencillo, cercano, directo y ágil Bill
Buford se plantea estas y muchas otras cuestiones e intenta encontrar
las respuestas desde dentro, conociendo, hablando y conviviendo con
muchos hooligans a lo largo de ocho años. Entre los
vándalos es una obra que gusta
aunque no se sea aficionado al fútbol. Porque nos presenta la
violencia como algo desconocido y ajeno al principio pero que
conforme avanzamos en la lectura, al mismo tiempo que el autor, nos
sentimos atraídos por ella.
Es
una obra convincente e inteligente porque el autor se implica al cien
por cien. Hasta las últimas consecuencias. Sin miedo. Hasta que ya
no puede más. Hasta que su cuerpo y sobre todo su mente no son
capaces de soportar seguir rodeado de alcohol, de droga, de tatuajes,
de obesidad, de cánticos, de violencia, de salvajismo, de odio.
Sin
duda os animo a descubrir este libro y a viajar por Gales,
Manchester, Turín, Sunderland, Bury ST. Edmunds, Cambridge, Fulham,
Düsseldorf y Cerdeña acompañando a Bill Buford en los ocho años
que vivió entre los vándalos.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.
14 comentarios:
¡Qué fuerte! Lo que no entiendo es por qué estuvo tanto tiempo dentro. Yo creo que para conseguir información sobre un hecho tan público y tan a la vista de todos no hacía falta dejar pasar tantos años.
Una vez leí una entrevista a un hooligan y decía que él se dio cuenta de que iba al fútbol en busca de violencia, alcohol y bronca y no para ver el juego cuando le preguntaron un día cómo había acabado el partido y no supo decir el resultado...
Me alegro de que encontras el libro.
Besos!
Yo tampoco suelo releer libros porque con todo lo que tengo pendiente no tengo tiempo para volver a antiguos títulos. Este título no estoy segura de si lo he leído, si no ha sido este es otro muy similar que lei hace varios años
besos
Narayani,
El periodista estuvo ocho años dentro, investigando, porque cada vez conocía a más gente, hooligans, sus líderes, políticos, y siempre tenía la sensación de que le faltaba información, conocer a más gente. En los años ochenta esto no era tan público ni estaba a la vista de todos. Fue justo en esa época cuando se conoció más y al final los hooligans y sus equipos no podían viajar a Europa. Qué fuerte lo que has contado de ese hooligan. Muchos besos.
Tatty,
Si te acuerdas del libro parecido a este que leíste, por favor, ya me dirás el título, me gustaría leerlo. Gracias por adelantado. Muchos besos.
Durante la carrera hubo una asignatura donde se analizó todo este fenómeno y se habló de este periodista, pero no recordaba lo del libro, hace bastante. No soy futbolera pero reconozco que es un tema muy interesante, me anoto el libro, me alegra que los hayas releído y lo haya podido descubrir. Besos
Yo tampoco soy de releer, porque ya bastante tengo con la lista de pendientes que crece día a día... Este me lo apunto, este diciembre quería haber hecho un especial literatura y deporte, pero al final no pude. Pero lo aplacé, no lo descarté, y este libro me puede venir bien. Gracias por el aporte.
Besos!!
pues parece un libro interesante (y mira que el futbol no es lo mío). Lo apunto porque se quien puede disfrutarlo en esta casa ;)
un beso,
Ale
Marilú Cuentalibros,
Qué interesante tratar este tema en la carrera, creo que resulta atractivo aunque no te guste el fútbol. Espero que te guste el libro si lo lees, ya nos contarás. Muchos besos.
Trescatorce,
Qué pena que no hayas hecho el especial de literatura y deporte, a mí me resulta muy interesante. Gracias a ti por pasarte por aquí, espero que te guste el libro si al final lo lees. Muchos besos.
Ale,
Es un tema interesante aunque no te guste el fútbol. Espero que en tu casa guste y se disfrute, ya nos contarás. Muchos besos.
Increíble reseña Goizeder. La verdad que el fútbol o el deporte, es un elemento que mucha gente usa para canalizar el estrés y cuando se mezcla la violencia, pierde todo su atractivo. Interesante la propuesta que nos traes :)
¡Muchos besos!
María,
Me alegro de que te haya gustado el libro y la reseña, espero que te animes a leerlo y que te guste, ya nos contarás. Muchos besos.
Donde se puede conseguir el libro? o el ebook?
gracias
Anónimo,
Yo el libro lo cogí en la biblioteca de mi barrio, así que no es muy difícil de conseguir. Se publicó en 1991 así que no creo que esté en ebook. Espero que al menos en papel lo encuentres y te guste, ya nos contarás. Un saludo.
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