Mala gente que camina, de Benjamín Prado

Título: Mala gente que camina

Autor: Benjamín Prado

Editorial: Alfaguara

Año de publicación: 2006

Páginas: 428

ISBN: 8420470195

Para el número de junio del periódico en el que trabajaba entonces tuve la suerte de poder entrevistar a Florentina y Pilar, una madre y una hija de Getafe (Madrid) que buscaban a su hija y su hermana respectivamente. Había nacido en 1982 y era uno de los bebés robados. Llegué hasta ellas gracias a Martha Bello, una psicoanalista argentina de 62 años que abandonó su país en 1990 junto a su marido español. Desde el año 2004 Bello trabaja para la Red Argentino Europea por el Derecho a la Identidad. Podéis leer las dos entrevistas en las páginas 4 y 5 del periódico de junio. 

Poder hablar con Martha, con Florentina y con Pilar me permitió conocer una realidad que, aunque la veía en los medios de comunicación casi a diario, para mí era ajena y desconocida. Me resultó fascinante y apasionante poder profundizar en este tema, pero también me puso los pelos de punta. Durante la entrevista, Martha me dijo: “En 2008 leí Mala gente que camina, de Benjamín Prado, un libro que ficciona los casos de niños robados durante el franquismo”.

Pocos meses después de esta entrevista, mientras paseaba con mi chico un sábado por la tarde por la Cuesta de Moyano, en uno de los puestos de libros encontré la novela de Benjamín Prado y sin dudarlo ni un segundo la compré y me la llevé a casa. Ahora, por fin, he encontrado el momento para leerla y de lo único que me arrepiento es de no haberla leído antes. La empecé el sábado 15 de diciembre por la noche y la terminé el lunes 17 de diciembre por la tarde. No es solo que sus más de 400 páginas me hayan durado menos de dos días. Es que es, sin duda, el mejor libro que he leído en este 2012.

Desde que comencé a leerlo me atrapó, me fascinó, me sedujo, me hipnotizó. Pasé prácticamente todo el domingo en el sofá leyendo, totalmente ajena a todo lo demás, hacía mucho que un libro no me absorbía tanto, que no me hacía disfrutar tantísimo y, sobre todo, que no se quedaba en mi cabeza con tanta fuerza después de haberlo terminado. Esta novela me ha hecho disfrutar muchísimo, como ya he dicho, pero también me ha hecho reflexionar y eso lo valoro mucho, porque no todos los libros son capaces de lograr las dos cosas.

El protagonista y narrador de esta historia es Juan Urbano, un profesor de Literatura y jefe de estudios de un instituto madrileño. Su ex mujer, Virginia, a quien conoció en los años ochenta en plena movida madrileña, fue víctima de la droga y ahora sobrevive intentando sacar adelante el Deméter, un restaurante macrobiótico que está siendo su ruina.

Juan vive en Las Rozas con su madre, con quien cada noche mantiene un intenso debate sobre teatro, literatura y, sobre todo, política. Él es de izquierdas, ella, de derechas. Él critica y ataca el franquismo mientras ella lo intenta defender. Los dos son inteligentes, cultos, pero sus posturas son irreconciliables. Aun así, disfrutan muchísimo de esa pequeñas discusiones en las que, sin duda, el que más disfruta es el lector.

La vida de Juan es monótona, rutinaria, aburrida. El instituto, las clases, las reuniones le quitan demasiado tiempo y el único gusto que se permite es desayunar y almorzar cada día en el Montevideo, donde charla amigablemente con Marconi, el camarero uruguayo. El resto del tiempo lo dedica a intentar sobrevivir a los alumnos y a los profesores. Si hay algo que me ha gustado de Juan es su forma de ver la vida, su cinismo, su ironía, sus frases mordaces, lapidarias, que me han arrancado muchísimas carcajadas.

El sueño de Juan es llegar a escribir un libro titulado Historia de un tiempo que nunca existió (La novela de la primera posguerra española). Tiene material más que de sobra, tiene ideas, tiene documentación, pero lo que no tiene es tiempo. A él lo que le gusta es encerrarse en su despacho del instituto o en la biblioteca de casa de su madre a leer y a escribir. Le apasiona ese periodo de la Literatura y la Historia de España. Solo quiere tranquilidad para poder avanzar en su trabajo. Ahora está ocupado en un ensayo sobre Carmen Laforet y su novela Nada.

Pero cada vez lo tiene más difícil, especialmente desde el día en que Natalia Escartín, la madre de uno de sus alumnos, irrumpe en su despacho porque los dos matones de la clase están molestando a su hijo. Natalia es neuróloga y en su primer encuentro le cuenta que su suegra, Dolores Serma, fue muy amiga de Carmen Laforet en los años cuarenta y que en la biblioteca del Ateneo escribieron a la vez Nada y Óxido.

Inmediatamente Juan se siente atraído por la desconocida escritora Dolores Serma y por Óxido, su única novela. Bueno, y por qué no decirlo, también por Natalia Escartín. Poco a poco comienza a leer, a investigar y a descubrir que la vallisoletana Dolores Serma frecuentó los círculos literarios de la posguerra española, en los que coincidió con Miguel Delibes, Luis Martín-Santos, Camilo José Cela, Carmen de Icaza y otros muchos escritores.

Al ir conociendo más datos de la vida de Dolores Serma Juan descubre que fue miembro de Falange, de la Sección Femenina y del Auxilio Social, que participó en alguna Escuela de Hogar e, incluso, que trabajó durante muchos años al servicio de Mercedes Sanz Bachiller, fundadora del Auxilio Social y primera mujer de Onésimo Redondo, fundador de las JONS. Vamos, una franquista en toda regla.

Sin embargo, todo esto choca con lo que Dolores Serma narra y denuncia en su novela Óxido, en la que una madre desesperada recorre las calles de una ciudad oscura, siniestra, buscando a su hijo desaparecido. ¿Qué era realidad y qué ficción? ¿Era real la fachada franquista de la escritora y la historia de su novela únicamente ficción? 

¿O, por el contrario, su adhesión al Régimen era únicamente una máscara, una mentira, y la realidad, la verdad, es lo que denuncia en su novela? ¿Por qué una franquista como Dolores Serma denuncia en su novela, entre líneas, uno de los mayores dramas de la posguerra como es el robo de niños a las presas republicanas para serles entregados a familias afines al Régimen?

Todas estas y otras muchas preguntas son las que se plantea Juan a lo largo de su investigación que cada vez le sorprende, le apasiona, le fascina y le absorbe más, lo mismo que le ocurre al lector conforme avanza las páginas de esta intensa y conmovedora novela que nos sitúa en los años más feroces del hambre y la represión.

Una historia que intenta bucear en las aguas negras del franquismo, en el cinismo, la manipulación y la mentira que protagonizaron muchos de los escritores más conocidos de la posguerra. Una novela que nos habla de Literatura, de libros, de autores, de sus obras y sus vidas, de lo que conocemos de ellos y de lo que intentaron que permaneciera oculto, escondido.

Una novela que nos habla del robo de bebés, un tema que aunque ahora es más conocido, más mediático, no lo era tanto en 2006, cuando un valiente Benjamín Prado lo denunció en esta obra imprescindible para cualquier amante de la literatura. 

Una obra con un ritmo ágil, trepidante, que nos seduce, nos fascina y nos absorbe de principio a fin y que cuando llegamos al final, después de más de 400 páginas, queremos más, queremos seguir leyendo, disfrutando, porque nos sabe a poco, a muy poco. Una obra que es capaz de hablarnos de temas duros, áridos, difíciles, tristes, dolorosos al mismo tiempo que logra hacernos reír y arrancarnos muchas carcajadas a lo largo de las páginas.

Una obra, en definitiva, de la que me ha gustado lo que cuenta y cómo lo cuenta y de la que tengo que confesaros que, mientras la estaba leyendo, no pude aguantar más, me levanté del sofá, me acerqué al ordenador y busqué en Google Dolores Serma. Quería saber más de esa escritora y, sobre todo, de su novela Óxido. Quería leerla. Pero, por desgracia, tanto Dolores Serma como Óxido solo existen en la imaginación de Benjamín Prado.

Un Benjamín Prado del que no creo que tarde mucho en leer más obras suyas. Me ha gustado su estilo, su valentía, su profundidad, su sentido del humor, su ironía, su ritmo. Y, por encima de todo, me ha gustado su amor y su pasión por la literatura y cómo nos habla, como decía el gran Antonio Machado en uno de sus versos, de esa Mala gente que camina y va apestando la tierra...  

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.