Título: Por la primavera blanca
Autora: Aurora de Albornoz
Editorial: Traspiés
Año de publicación: 1962
Páginas: 59
ISBN: 8493251798
Hasta
hace solo unas horas no conocía a Aurora de Albornoz. No había
leído ninguna de sus obras. Hasta que en la mañana del miércoles 8
de agosto cogí de la estantería uno de los libros de la editorial
Traspiés que había elegido como premio de un concurso de reseñas.
Por la primavera blanca.
Una vez más, un libro de relatos. Pero no un libro cualquiera. Uno
publicado en 1962 que en tan solo 59 páginas es capaz de
transmitirnos un universo sutil y femenino con una voz moderna. Una
voz lejana y cercana al mismo tiempo, en la distancia y en el tiempo.
Una
voz que nos susurra, que nos acaricia. Una voz tímida, dulce. Una
voz que nos habla de la niñez y de la adolescencia. De esos años ya
lejanos que, sin embargo, no queremos ni podemos olvidar. Una voz que
nos traslada hasta esa primavera blanca por la que todos hemos
sentido nostalgia. Esa primavera que nos gusta recordar y otras veces
deseamos olvidar. Una primavera que, nos guste o no, forma parte de
nosotros.
Aurora de Albornoz nació en Luarca (Asturias) en 1926. Cuando tenía 18 años, en 1944, tuvo que exiliarse junto a su familia a Puerto Rico, donde recordó una y otra vez su infancia y su adolescencia, los paisajes asturianos y también los horrores de la Guerra Civil. Una guerra que le arrebató la infancia y la inocencia de los primeros años.
Aurora de Albornoz nació en Luarca (Asturias) en 1926. Cuando tenía 18 años, en 1944, tuvo que exiliarse junto a su familia a Puerto Rico, donde recordó una y otra vez su infancia y su adolescencia, los paisajes asturianos y también los horrores de la Guerra Civil. Una guerra que le arrebató la infancia y la inocencia de los primeros años.
Pero
Puerto Rico también le permitió conocer a grandes autores de
nuestra literatura como Pedro Salinas o Juan Ramón Jiménez. En la
Universidad de Puerto Rico fue profesora y en aquel país se dedicó
a la literatura, a la crítica literaria y a cultivar su amistad con
otros grandes de las letras españolas, con quienes compartió no
solo su pasión por la literatura, sino también su dolor por el
exilio. Aurora de Albornoz regresó a España en la década de los
setenta y falleció en 1990.
Es
autora de trece libros, todos ellos de poemas, excepto Cronilíricas
que
fue publicado en 1991
de forma póstuma, un año después de fallecer la autora, y Por
la primavera blanca, su
único libro de relatos. Está formado por diez relatos: El
ataque, Tania,
Rayín,
Al otro lado,
El milagro,
La mano,
El retrato,
Por la primavera blanca,
El encuentro,
La bajada.
Todos
ellos son relatos cortos pero no por ello menos intensos, complejos,
profundos y al mismo tiempo, sencillos, cercanos, cotidianos. Unos
relatos, unas fabulaciones, como le gustaba llamarlos a la propia
autora, que nos envuelven poco a poco hasta seducirnos y fascinarnos.
El
ataque nos introduce de
lleno en un ataque aéreo en plena Guerra Civil a través de los
ojos, la piel, los sentimientos y, por encima de todo, el miedo que
siente una niña que intenta protegerse en un refugio. Que intenta
esconderse, huir, olvidarse del ruido. De ese ruido que se le clava
en la cabeza, que la paraliza.
Tania.
Un nombre. Todos
tenemos uno. Todos sabemos quiénes somos. Pero, ¿estamos realmente
seguros? ¿Qué es la realidad? ¿Qué es la vida? ¿Qué es la
muerte? ¿Quién está vivo y quién está muerto? ¿Cómo saberlo?
De esto y de mucho más nos hablan los relatos Tania
y
Rayín.
En
Al otro lado nos
trasladamos precisamente al otro lado de los espejos, el otro lado de
la vida, de la muerte. Una frontera, un territorio difuso. Los
relatos de Aurora de Albornoz nos ayudan a recorrer la distancia que
separa este lado y el otro lado. Dos lados lejanos y cercanos al
mismo tiempo, desconocidos y conocidos, diferentes e iguales. Dos
lados que se alejan y se acercan gracias a la imaginación, a la
ficción que, en el caso de los relatos de Aurora de Albornoz,
recuerda mucho al realismo mágico hispanoamericano.
Con
El milagro
volvemos nuevamente a otro de los temas recurrentes en la obra de
esta autora, la infancia, los recuerdos, el tiempo perdido, la
nostalgia, la añoranza, y todo gracias al tacto de una vieja
alfombrada olvidada durante muchos años en un trastero.
La
mano nos habla también
de los recuerdos, del pasado, de esa parte de nuestra vida que nos
gustaría olvidar y que, sin embargo, no podemos. Esos retazos de
nosotros mismos que nos hacen sentir culpables.
El
retrato, un
retrato de familia, contemplado por varias generaciones de mujeres.
Les separan años, cada una desde un lugar distinto. Unas más
cercanas, otras más alejadas. Unas saben dónde están, quiénes
son. Otras, en cambio, solo recuerdan ese instante, esas sensaciones,
el silencio. Sin recordar las caras, nada, ni siquiera quiénes son,
dónde están o si están vivas o muertas.
Por
la primavera blanca,
el relato que da título al libro, está formado por las reflexiones
de una niña, a quien las demás niñas consideran tonta, sobre la
muerte de un ser querido, que murió en la primavera, en la primavera
blanca. Pero ella no lo entiende. Por eso también cree que es tonta.
No comprende que murió. Porque a ella le parece haberlo visto muchas
otras veces, después de la primavera.
El
encuentro
nos habla de otra forma de morir, porque existen muchas. En este caso
la muerte se refiere a dos amantes que se vuelven a encontrar después
de muchos años, demasiados. Ahora se sienten extraños. Porque no se
reconocen, no son como el recuerdo que cada uno guarda del otro.
Por
último, La bajada
es un relato maravilloso y delicioso construido a partir de algo tan
simple como el vértigo, el miedo y el desasosiego que nos provoca
bajar una escalera. Una escalera que nos traslada hasta una pequeña
ciudad de mármol blanco, en el otro lado del mar. Una ciudad llena
de cruces y cipreses.
Me alegro de haber descubierto por fin a Aurora Albornoz y de haber vuelto con ella a esa primavera blanca que nunca debemos olvidar.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.
Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.
14 comentarios:
¡Cómo me has tentado con tu reseña! Tendré que conocer también a esta autora Goizeder.
Besotes!!!
No lo conocía, investigaré un poco más; el breve resumen de cada uno de los relatos han atraído mi atención :-) Un beso!
Yo tampoco conozco a la autora pero me has tentado con tu reseña, así que, aunque no soy mucho de relatos, buscaré el libro en la biblioteca. Un beso
Margari,
Me alegro de que mi reseña te haya animado a leer el libro, seguro que no te arrepientes, es una delicia, muchos besotes, guapa.
Meg,
Me alegro de que la reseña haya sido capaz de atraer tu atención, espero que pronto puedas leer y disfrutar el libro. Muchos besos.
Pilar,
Veo que la reseña ha sido tentadora para muchas de vosotras, me alegro, espero que puedas leer el libro y que te guste, vale mucho la pena, ya nos contarás tu opinión. Muchos besos.
Pues yo lo dejaré pasar por el momento. No soy mucho de relatos y tengo un montón de historias pendientes en casa.
Besos!
Narayani,
Yo antes tampoco solía leer relatos, pero ahora leo bastantes libros de este género y cada vez me gusta más, pero no a todos nos puede gustar lo mismo. Muchos besos.
Me sumo a los que no conocían a la autora ni por supuesto el libro. La verdad que por lo cuentas parece muy interesante y si encima son relatos, ya sabes (tú mejor que nadie) que se leen en nada :)
¡Muchos besos!
María,
Sí que es un libro muy interesante y que vale la pena descubrir. De verdad que se leen en un suspiro y se disfrutan mucho, sin duda te lo recomiendo a ti y a todos los lectores. Muchos besos, guapa.
A priori no me atraen mucho los libros de relatos, pero por tu culpa si me encuentro con él no lo dejaré pasar :)
Besos!!
Me encanta el género del relato. Tomo muy muy buena nota...
Besos,
Antonio,
Me gusta ser la culpable de eso, jeje. A mí antes no me gustaban nada los relatos y ahora cada vez leo más. Muchos besos.
Carmen,
A mí también me gusta cada vez más este género y desde luego los libros de la editorial Traspiés son muy recomendables. Muchos besos.
Publicar un comentario
Cuéntanos todo lo que te apetezca pero siempre con respeto y educación hacia los escritores, sus obras, la autora del blog y los demás comentaristas. ¡Muchas gracias por comentar!