Andrea Jeftanovic, quien nació en Santiago de Chile en 1970, construye a través de acertadas metáforas y frases cortas, pero directas, una novela en la que involucra al lector desde la primera página. Escenario de guerra fue galardonada con el Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral, Consejo Nacional del Libro y la Lectura a la mejor obra editada ese año, y mención honrosa del Premio Municipal 2001.
Esta escritora es socióloga de la Universidad Católica de Chile y doctora en literatura hispanoamericana de la Universidad de California, Berkeley. Ha publicado las novelas Escenario de guerra (2000) y Geografía de la Lengua (2007) y la recopilación de relatos Monólogos en fuga (2006). Cuentos suyos han aparecido en diversas antologías nacionales y extranjeras, tales como Desafueros (2000), Ecos Urbanos (2001), En Español (2001), Cien Microcuentos chilenos (2002), Cuentos Eróticos (2005) y No es una antología. Paisaje real de una ficción vivida (2007).
Como autora ha sido invitada a las Ferias del Libro de Guadalajara 2004 y Lima 2005, y a la Universidad de Arizona, Universidad Nacional de Colombia, Centro cultural latino de San Francisco, Unión de Escritores y Artistas en La Habana. También ha recibido becas de pasantía para estadías en Brasil, Portugal y España. Actualmente es académica de la Universidad de Santiago, dicta talleres y escribe un libro de entrevistas y testimonios con apoyo del Fondart titulado Conversaciones con Isidora Aguirre.
Como autora ha sido invitada a las Ferias del Libro de Guadalajara 2004 y Lima 2005, y a la Universidad de Arizona, Universidad Nacional de Colombia, Centro cultural latino de San Francisco, Unión de Escritores y Artistas en La Habana. También ha recibido becas de pasantía para estadías en Brasil, Portugal y España. Actualmente es académica de la Universidad de Santiago, dicta talleres y escribe un libro de entrevistas y testimonios con apoyo del Fondart titulado Conversaciones con Isidora Aguirre.
Escenario de guerra se presentó en Madrid en el Hotel Kafka el pasado jueves 27 de mayo en un acto en el que la autora, Andrea Jeftanovic, estuvo acompañada por el crítico literario Antonio Jiménez Morato y por la escritora catalana Care Santos. Durante el acto, Care Santos destacó los “mimbres autobiográficos” de la obra. “La madre de la novela está enajenada, es vulnerable, es víctima y verdugo al mismo tiempo.
Y el padre, por su parte, es un superviviente de una guerra que podría ser la de los Balcanes, la del Golfo o la de Sarajevo. A él el pasado le huele a mierda, está aplastado por el peso de sus recuerdos y todo esto provoca que esta novela se lea con el alma encogida. Todos los personajes tienen sus propios lastres y cada uno huye hacia su lado. La novela, que tiene una gran fuerza, también habla de la pérdida de la inocencia”.
Y el padre, por su parte, es un superviviente de una guerra que podría ser la de los Balcanes, la del Golfo o la de Sarajevo. A él el pasado le huele a mierda, está aplastado por el peso de sus recuerdos y todo esto provoca que esta novela se lea con el alma encogida. Todos los personajes tienen sus propios lastres y cada uno huye hacia su lado. La novela, que tiene una gran fuerza, también habla de la pérdida de la inocencia”.
La escritora catalana también se refirió a los fantasmas que llenan el último libro de Andrea Jeftanovic. “Son personajes que pululan de forma no real. Hablan de la muerte, la ausencia y el cambio de costumbres, que son las tres causas que provocan la aparición de fantasmas, tal y como dijo James Joyce. Dentro de este ambiente, la escritura se presenta como salvación, como el único lugar que ofrece una solución, una patria, una medicina que sirve para salvar la memoria y guardarla”.
Care Santos tampoco se olvidó de la relación que existe entre Escenario de guerra y el teatro. “Toda la historia está estructura en tres partes, como los tres actos de una obra de teatro. Además, está narrada en presente de indicativo, en un aquí y ahora, algo típicamente teatral. Por si fuera poco, los escenarios son fundamentales en esta historia. Unos escenarios claustrofóbicos en los que no se puede vivir, sólo huir, y de los que todo el mundo huye”.
La propia Andrea Jeftanovic explicó sobre la relación entre su novela y el teatro: “Es una novela con una gran carga lírica. Me encanta el teatro, fui crítica teatral de El Mercurio, un periódico de Chile, y fue el mejor trabajo que he hecho en mi vida. Me interesa mucho el cruce de géneros. También la prosa con el ensayo. Mis novelas están llenas de sexo, de pasión y de carnalidad, pero también de muchos objetos. Esta novela es vaporosa, sólo tiene cuatro objetos como atrezzo. Por ejemplo, en ningún momento se describe detalladamente la casa familiar. Por eso los personajes están envueltos en nebulosa. Mi cabeza funciona con el montaje de imágenes, que me interesan mucho, pero nunca he montado obras de teatro, ojalá. Uso ambientes físicos, escenarios”.
Jeftanovic también relató sus personales técnicas de creación literaria. “Intento plasmar aspectos del cuerpo, como los olores, y también me gusta cruzar las biografías de mis personajes con los acontecimientos de la historia universal, como por ejemplo ocurre en esta novela, cuando la hija tiene la menstruación por primera vez y el padre la rechaza porque relaciona la sangre con la guerra y la violencia. Se trata de una guerra doble, externa, real, e interna, entre el padre y la hija, en la que ésta pierde y fracasa. Cuando escribo no sé cuántos ni quiénes van a ser los personajes”.
La escritora chilena confesó sobre sí misma y su escritura. “Es la primera vez que presento un libro fuera de Chile. Esta novela está escrita hace diez años. Soy muy lenta para escribir. Al principio me sentía muy culpable por esto, pero ahora siento autocomplacencia, porque escribo pocos libros pero espero que sean buenos. Tuve que perder el respeto a la literatura después de realizar un doctorado durante cinco años. Me intimidó. Pero ahora me gusta tomar apuntes de imágenes, me encanta la poesía, preferiría ser poeta, me encantaría. Disfruto mucho con la documentación y con todo el proceso de creación de un libro. Y ahora con la crisis de los cuarenta escribo más”.
Durante la presentación en Madrid de su último libro, Andrea Jeftanovic concluyó: “Esta novela es más simbólica que autobiográfica, aunque esté escrita en primera persona. Soy muy pudorosa. Durante la dictadura chilena, yo tenía entre 3 y 18 años y mi primer recuerdo es el bombardeo de la casa de Allende. Vivíamos muy cerca de su casa y fue algo muy escandaloso y ruidoso. Nos guste o no, ese hecho forma parte de la historia de mi familia, y es algo que comprendí al viajar a Sarajevo y cuando, tras leer la novela, mi padre me dijo que había sabido leer muy bien su inconsciente. Porque Escenario de guerra habla de silencio, violencia, miedo y familia pero, sobre todo, del tiempo que nos toca vivir”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Cuéntanos todo lo que te apetezca pero siempre con respeto y educación hacia los escritores, sus obras, la autora del blog y los demás comentaristas. ¡Muchas gracias por comentar!