miércoles, 15 de diciembre de 2010

La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca

Publicado por Goizeder Lamariano Martín

Título: La vida es sueño
Autor: Pedro Calderón de la Barca
Editorial: Cátedra
Año de publicación: 1636
Páginas: 203
ISBN: 9788437600925

Leí La vida es sueño en el instituto, con 16 o 17 años y la profesora nos llevó al teatro Gayarre de Pamplona a ver una representación de esta obra. Sin embargo, yo no fui al teatro porque aquel domingo preferí ir a ver un partido de Osasuna. Yo era así, qué le vamos a hacer. Pero  esa misma semana vi en la televisión la obra representada por la misma compañía de teatro. Ahora, tantos años después, me ha tocado volver a leer La vida es sueño gracias a la asignatura Literatura del Siglo de Oro del Grado en Lengua y Literatura Españolas. Tenía ganas de releer esta obra. Una obra que ahora me ha gustado todavía más. 

Supongo que la edad influye mucho. Al ser una obra de teatro se lee en un momento o, como en mi caso, en una tarde de sábado. Segismundo, Rosaura, Basilio, Clarín, Astolfo, Estrella y Clotaldo han sido una agradable compañía para refugiarme en casa del caos que durante el puente reinaba en los aeropuertos y carreteras españolas, de la aglomeración de gente del centro de Madrid y, sobre todo, del frío de la calle.

He disfrutado mucho leyendo esta historia llena de simbolismo, de lecciones, de reflexiones, de sentimientos, de sueños, de vida. Los personajes son cercanos, humanos, tienen deseos y miedos, aman, sufren, ríen, lloran, sueñan y, en definitiva, viven. Es imposible no sentir cariño por el pobre Segismundo, encarcelado y privado de educación, de libertad y de una vida como príncipe de Polonia por su propio padre y comprender su ira, su violencia, su odio y sus deseos de venganza.

Pero, al mismo tiempo, también es fácil comprender y sentir pena por el rey Basilio, que lo único que pretendía era librar a su pueblo de un rey tirano y violento y que por guiarse de los astros ha conseguido precisamente lo que quería evitar, la rebelión de su pueblo contra él mismo. La relación entre el padre y el hijo pasa del odio y la venganza al cariño, la comprensión y el perdón.

Algo parecido ocurre con la relación entre Clotaldo y su hija Rosaura. Él se debate entre su deber ante el rey Basilio y su deber como padre. Su hija ha sido deshonrada y quiere vengar y recuperar su honor matando a Astolfo, el sobrino del rey. ¿Qué es más importante, mantenerse fiel al rey o ayudar a su hija? Difícil decisión. En medio de todo este conflicto se encuentra la infanta Estrella, también sobrina del rey y que está locamente enamorada de Astolfo, por lo que hará todo lo que esté en sus manos para evitar esa relación.

La obra está llena de tensión, no sólo bélica o violenta, sino también sentimental, amorosa y pasional. Y en medio de todos estos dilemas, dudas, problemas, conflictos y enfrentamientos todavía hay sitio para el humor gracias a Clarín, criado de Rosaura y que en la obra desempeña un importante papel casi como bufón. Sin embargo, el que a primera vista es el más cínico y el más irónico y el que más a salvo está gracias a su papel de testigo en lugar de protagonista acabará convirtiéndose en el peor parado. Porque en realidad era el más inocente.

Al final será precisamente Segismundo, la fiera, la bestia, el que se nos presenta como menos humano y más animal el que dé a los demás personajes y a los lectores o espectadores la principal lección, la moraleja de esta obra. Antes de juzgar a los demás, antes de crearnos una opinión equivocada de ellos que nos lleve a tomar decisiones precipitadas y, sobre todo, equivocadas, antes de cometer un error que tenga consecuencias no sólo para nosotros, sino para todos los demás, tenemos que aprender que, en la mayoría de los casos, las apariencias engañan y que las cosas casi nunca son como parecen al principio. Sólo si comprendemos que casi todo tiene una explicación y una causa podremos actuar con prudencia. Y, por supuesto, no podemos olvidar que nuestros sentidos nos engañarán muchas, muchas veces. Porque ya se sabe que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí

18 comentarios:

samarkanda dijo...

También me tocó leerlo en el instituto pero, a diferencia de otros clásicos que tuve que leer en aquella época, éste no me dejo mucha huella porque apenas recuerdo el argumento y los personajes. Supongo que se debe a que nunca me ha gustado leer teatro.
Musus y que sigas disfrutando de los clásicos.

Marina Ortega dijo...

Este no lo he leído, lo he estudiado y requete estudiado, además conozco algunos trozos pero nunca lo he leído de "cabo a rabo" Espero hacerlo algún día.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Mafaldas,

Si no te gusta leer teatro, es normal que esta obra no te dejase mucha huella. Yo tampoco soy aficionada al teatro, ni a verlo ni a leerlo, pero esta obra me gusta mucho y, sobre todo, en el instituto disfruté un montón leyendo Luces de bohemia. Muxus.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

M.,

Si conoces el argumento y lo has estudiado tanto, te resultará muy sencillo leerlo, además es muy cortito y se lee en una tarde. Anímate y ya nos contarás. Besos.

Carol dijo...

ja ja vas a pensar q soy una friki, xq libro q sacas de nuestros clásicos, libro q te digo q me encanta y q me trae recuerdos de algo, pero es que tengo muy buen recuerdo de estos libros. Este era el libro preferido de mi chico cuando nos conocimos a los 17 años, se sabía hasta trozos enteros y me los recitaba, así que imagínate. A mi en el cole no me habían mandado leerlo, así que me lo dejó él y me encantó. Era una obra de teatro muy diferente a todo lo que había leído antes, por todo ese contenido poético y filosófico que tiene. Lo único que me queda es poder ir a verla al teatro, espero que algún día venga una buena compañía a Madrid a representarla porque será un regalazo para hacerle a mi chico. Muchos besos y perdona por las chapas que te meto cada vez que hablas de un libro que me entusiasma, ya me vas conociendo y ves que no puedo evitarlo :)

Matilda dijo...

Gran libro Goizeder, tienes razón. A mí también me tocó estudiarlo en el instituto y volver a hacerlo en la facultad. Como tú dices, mucho mejor la segunda vez.
Te he dajado un regalito en mi blog :)
Un abrazo guapa.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Carol,

Me ha encantado tu comentario y de friki nada de nada, todo lo contrario, soy yo la que se siente un poco bicho raro al descubrir que me gustan los clásicos y me alegra mucho comprobar que no soy la única a la que le pasa. Me ha gustado mucho la historia de este libro y de tu chico, espero que pronto podáis verla en teatro. Y no tienes que pedirme perdón por nada, faltaría más, para eso está el blog, para que comentéis todo lo que queráis y más. Muchos besos!!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Matilda,

Sí, este tipo de libros hay que leerlos con la edad adecuada, al menos eso creo yo, si se lee demasiado joven, por ejemplo en el instituto, no se comprenden ni se disfrutan igual. Muchas gracias por el regalito, ahora mismo me paso a recogerlo!! Un besazo muy fuerte!

Trescatorce dijo...

Me ha pasado algo raro al leer tu reseña: juraría que lo leí con 17 años o así, en el instituto, pero no me acuerdo de nada del libro... Sin embargo, me han entrado unas ganas locas de leerlo, así de bonito lo vendes. Como es cosa de poco seguro que lo leo pronto.
Y Carol: me ha encantado tu historia con La Vida es Sueño... De verdad, es muy bonito...

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Trescatorce,

Me alegro mucho de que mi reseña te haya provocado esas ganas tan locas de leer La vida es sueño. Espero que lo disfrutes, lo leyeses o no con 17 años. Y tienes toda la razón, la historia de Carol es preciosa. Muchos besos.

María dijo...

Es mi próxima lectura para la UNED. Lo leí en el instituto y me encantó. Me encantará retomarlo pasados los años.
Estupenda reseña.
Muchos besos!!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

María,

Yo también he leído este libro para la UNED, igual que Cantar de Mio Cid, Romancero, Lazarillo de Tormes y Milagros de Nuestra Señora. Lecturas que supongo que tú también harás, aunque no sé qué asignaturas tienes. Espero que te pasa como a mí, también lo leí en el instituto pero ahora lo he disfrutado mucho más. Ya nos contarás. Muchos besos y me alegro de que te haya gustado la reseña.

Icíar dijo...

Y yo no lo he leído. Admito que me has hecho que me entren las ganas. Lo apunto, querida, lo apunto.
Un abrazo

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Icíar,

Haces muy bien en apuntarlo, ya estás tardando en leerlo, seguro que te gusta y no te llevará más de una tarde y te dejará muy buen sabor de boca, al menos eso espero. Ya nos contarás. Otro abrazo muy fuerte para ti!

Luisa dijo...

¡Otro de mis clásicos pendientes! Uno de mis propósitos para el nuevo año es intercalar este tipo de lecturas entre otras de más actualidad, que hay mucho buen libro por descubrir.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Luisa,

Yo no leía clásicos desde la universidad y este año que por la nueva carrera he vuelto a retomarlos me alegro mucho, me han gustado mucho, excepto Milagros de Nuestra Señora, y este especialmente me ha encantado, ya lo había leído en el instituto pero ahora lo he disfrutado mucho más. Anímate, seguro que te gusta y es muy cortito y al ser teatro se lee en una tarde. Muchos besos.

Bibliobulimica dijo...

mira que me has sacado las ganas de leer este clásico. A ver si este año me pongo a leerlo, que por ahí está empolvándose en casa de mis padres.
Un beso,
Ale.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Ale,

Si lo tienes esperándote en las estanterías de casa de tus padres ya no tienes excusa para no leer este clásico en 2011. Espero que te guste mucho, ya nos contarás y me alegro de que mi reseña te haya contagiado las ganas de leerlo. Muchos besos!

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