El Palacio de la Luna, de Paul Auster

Título: El Palacio de la Luna

Autor: Paul Auster

Editorial: Anagrama

Año de publicación: 1989

Páginas: 310

ISBN: 9788433914545

El Palacio de la Luna es el noveno libro que leo de Paul Auster. Lo empecé el viernes 13 y lo acabo de terminar ahora, domingo 15, en la piscina, dónde si no. No hace ni una hora que lo he terminado y ya estoy escribiendo la reseña con un boli y un cuaderno. No podía esperar. Necesitaba escribir todo lo que me ha provocado esta obra. Me lo pedía el cuerpo. Como tampoco podía dejar de leer, porque necesitaba saber qué le ocurría a Marco Stanley Fogg, M.S. para los amigos. Un joven que  sobrevive en las calles de Nueva York. Marcado por su pasado y, sobre todo, por sus antepasados. 

Por su madre, que murió atropellada por un autobús cuando él sólo era un niño de 11 años. Por su tío Víctor, con el que vivió desde entonces hasta que, con 18 años, se marchó a Nueva York a estudiar en la universidad de Columbia. Ese tío que intentó cuidarle, protegerle, explicarle quién era y transmitirle todo su amor por la cultura y que, al final, cuando repentinamente murió de un ataque al corazón, sólo le dejó sus cajas llenas de libros y su clarinete. Pero, sobre todo, Marco vive atormentado y perseguido por el fantasma de su padre, al que no conoce porque, según le han asegurado siempre, murió antes de que él naciera.

Pero estos tres familiares no son lo único que amenaza la vida de Marco. Dejándose llevar por la rutina y la inercia y, sobre todo, por la luna, como si ésta le dictase sus impulsos, sus presentimientos y sus impulsos, Marco se deja engullir, arrastrar y vencer por el ritmo frenético que cada día marca la ciudad de Nueva York, por las prisas, la falta de solidaridad, la indiferencia de los ciudadanos anónimos y, por encima de todo, la soledad.

Marco acaba tocando fondo hasta que Kitty Wu, esa desconocida a la que sólo ha visto una vez, y su compañero de universidad Zimmer lo rescatan y, poco a poco, le ayudan a volver a la vida y a ese mundo al que había decidido abandonar y dar la espalda. Paradójicamente, ese amor que le salva será también el que vuelva a destruirle. Porque, a pesar de que a lo largo de la historia tiene entre 18 y 24 años, nadie mejor que Marco sabe las vueltas que da la vida y lo expuestos que estamos al destino y a las coincidencias, de la misma forma que las olas están expuestas a la fuerza de la luna.

A los 24 años Marco trabaja para Effing, un viejo pintor paralítico, inestable, excéntrico, cruel y generoso a partes iguales, quien le dicta su biografía y le pide que, cuando muera, se la entregue a su hijo, al que nunca llegó a conocer. Resulta difícil saber qué historia es más impactante, retorcida, extravagante y desconcertante, si la de Effing, la de su hijo Barber o la del propio Marco.

Pero de lo que no hay duda es de que la vida de los tres protagonistas es, sobre todo, austeriana. Porque El Palacio de la Luna es Auster en estado puro. Como en todas sus obras, Paul Auster logra en esta novela sorprendernos en cada página hasta el punto de impactarnos y dejarnos sin respiración.

Poco a poco Effing, Barber y Marco descubrirán que sus vidas tienen muchas cosas en común, tantas y tan intensas y profundas que no pueden ni siquiera llegar a imaginarlas, sospecharlas y, mucho menos, creerlas. Al final, bajo la presencia continua del desierto del Oeste y el constante e inevitable influjo de la luna y gracias a la historia de Effing y Barber y a la suya propia Marco descubrirá la identidad de su padre y la historia de su familia, lo que provocará que todo su mundo se tambalee y se haga añicos.

Pero, sobre todo, Marco descubrirá los rincones más secretos y profundos del alma humana y comprenderá que los hombres son capaces lo mejor pero también de lo peor cuando se ven obligados a dejarse llevar por sus instintos más bajos. Y tras serle desvelado su pasado, Marco afrontará su futuro del mismo modo que vive el presente, dejándose llevar por el poder de la luna y guiándose por su magia para intentar encontrar su lugar en el mundo, su palacio de la luna.

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.