domingo, 3 de julio de 2011

El viaje del idiota, de Miguel Paz Cabanas

Publicado por Goizeder Lamariano Martín

Título: El viaje del idiota
Autor: Miguel Paz Cabanas
Editorial: Baile del Sol
Año de publicación: 2010
Páginas: 174
ISBN: 9788415019121

Han pasado ya unos meses desde que la editorial Baile del Sol me envió El viaje del idiota, la primera novela de Miguel Paz Cabanas, autor de ensayos, relatos y artículos periodísticos con los que ha ganado muchísimos premios. Aprovecho desde aquí para darle las gracias a la editorial por haberme enviado un ejemplar del libro y también para pedirle disculpas por haber tardado tanto tiempo en leer y reseñar la novela. Como sabéis nunca incluyo la sinopsis del libro en la reseña, pero hoy sí voy a hacerlo. Esta es la sinopsis. Santiago es un empleado de pompas fúnebres, separado, que a sus cuarenta años sólo tiene un coche con dos airbags y una familia que le considera un fracasado irrecuperable. 

A punto de pasar las vacaciones con su hija adolescente, el único aliciente que agita su vida tiene un carácter sobrenatural y tremebundo: su padre, que lleva un par de años muerto, ha empezado a chatearse con él por Internet. Con esa carga inusual como equipaje, iniciará un viaje donde todo lo que le va a ocurrir tendrá un aire surreal, pero también un ámbito grotesco o fatídico: su hija no tardará en separarse de él, para arrojarse en brazos de su familia política, siete cuñadas hijas de un dentista del Opus Dei, cuyo glamour y prosperidad no tienen nada que ver con las de su padre. 

Empeñado en recuperarla, apoyado por una hermana histérica que le revelará un secreto terrible, Santiago rodará por los escenarios de un macrofestival pop, acabará despedido de su trabajo y conocerá a personajes de dudosa catadura moral, como Pavesi, un gordo siniestro que ejerce de contable en un puticlub. El mundo de Santiago acabará trufado de encuentros risibles y peligrosos, pero también le permitirá entrar en contacto con dos mujeres que iluminarán su patética existencia. 

Mientras tanto, las conversaciones cibernéticas con su padre irán adquiriendo un cariz cada vez más delirante y profundo, hasta convertirse en una especie de diálogo sobre las miserias de la naturaleza humana. Extraviado en un lugar que abomina, atestado de turistas adocenados, Santiago tratará de encontrar en su pasado algún rastro de dignidad, aunque simultáneamente, y casi sin advertirlo, acabará metiendo sus narices (que serán diana de puños ajenos) en un sórdido club, dedicado a robar incunables, traficar con pistolas y a la trata de blancas. 

En ese viaje lunático-existencial, narrado desde la melancolía y el sarcasmo más furibundo, Santiago acabará por encontrar un lugar que tal vez sólo exista en su imaginación y que, paradójicamente, le redimirá de tanta mediocridad y violencia: la playa de los suicidas.

Cuando leímos esta sinopsis, tanto mi chico como yo pensamos que sería un libro con el que no pararíamos de reír. El argumento me atrajo muchísimo. Me pareció original, fresco, desenfado y muy actual. Sin embargo, cuando primero mi chico y luego yo hemos leído el libro, nos hemos llevado una gran decepción, un chasco tremendo. Y, por supuesto, no nos hemos reído nada.

Sé que hacer reír al lector es muchísimo más difícil que hacerle llorar y emocionarle. Eso lo tengo asumido y sé también que, en mi caso, es todavía más complicado. Me resulta muy fácil llorar con un libro, pero me cuesta horrores reír. Y por eso en muchos casos reconozco y asumo que la culpa es mía y no de la historia en sí. Como probablemente ocurra en este caso.

Me ha gustado la historia, el argumento, en definitiva, me ha gustado lo que este libro me ha contado pero, por el contrario, no me ha gustado cómo me lo ha contado. Creo que el autor se ha quedado en la superficie de la trama y, especialmente, de los personajes. No ha profundizado y creo que por eso esta novela no me ha transmitido todo lo que esperaba de ella.

En ningún momento he llegado a congeniar o a sentir cariño, odio o cualquier otra cosa ni por el protagonista, Santiago, ni por el resto de personajes: su padre, su ex-mujer, su hermana, sus cuñadas y cuñados o su hija. Todos me han resultado desconocidos y ajenos, a lo largo de todo el libro los he sentido demasiado alejados y externos.

No he llegado a entender sus motivaciones, especialmente las de Santiago. Me ha parecido un hombre poco inteligente o, cuanto menos, poco afortunado, en el trabajo, en el amor, en las relaciones con su familia y en la vida en general. Alguien que no sabe luchar por lo que ama, que no sabe hacerse respetar ni valorar, alguien torpe en sus relaciones. Alguien que no sabe por dónde le da el aire, que no sabe de dónde viene ni a dónde va, que no sabe qué quiere en la vida, a dónde quiere llegar o quién quiere ser. Porque ni siquiera sabe quién es.

Probablemente no sea culpa suya, sino de su entorno, de su familia, sus padres, su hermana, su ex mujer, su hija, sus cuñadas y sus cuñados, todos lo ven como la oveja negra, como el idiota que no hace más que decir idioteces, un cero a la izquierda que nunca ha servido para nada. Y él, al final, ha terminado por creérselo y por aprender a vivir con ello, siempre le sale todo mal, especialmente cuando quiere hacer las cosas bien. Cuanto más intenta arreglar algo, más lo estropea.

En ningún momento he logrado meterme en la historia al cien por cien, no me ha atrapado ni, mucho menos, fascinado. Con este argumento podía haber sido una grandísima novela con la que divertirse y reírse, pero se ha quedado en las ganas, en la intención, sin llegar a arrancarme ni una sola carcajada. 

Ha sido un quiero y no puedo, tenía todos los ingredientes, podía haber sido una historia buenísima, pero le ha faltado la sal, esa pizca de algo que nunca o casi nunca sabemos qué es pero que consigue que un libro nos haga vibrar, reír, llorar, que nos emocione y nos conmueva, que nos divierta. En definitiva, que nos mueva algo por dentro para que podamos sentirnos parte de la historia y, lo más importante, al libro como parte de nosotros.

Aun así, siempre intento ser positiva y quedarme con algo bueno de todos los libros que leo. Y, en este caso, lo que me ha gustado de este libro es la parte de la historia más policial, la trama de investigación, en la que Santiago, sin quererlo, se meterá en medio de una banda de criminales y, una vez más, por querer ayudar a un camarero, a su novia y a su hermana, a los que acaba de conocer, meterá la pata hasta el fondo y aprenderá que en la vida, casi siempre, las apariencias engañan y nada es lo que parece. Bueno, nada no. Su vida sí es lo que parece. Un viaje sin principio ni final de un idiota que no quiere dejar de serlo.

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí

12 comentarios:

charlotte dijo...

Nusee si lo quiero o no, no me acaba de convencer =)

Nos leemos Charlotte

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Pues si no te acaba de convencer, déjalo pasar, hay poco tiempo y mucho para leer. Besos.

Margari dijo...

A mí también me cuesta mucho reír con un libro. Hacer llorar es más fácil. Por eso no me suele gustar este tipo de libros que promete risas a montones. Soy incapaz totalmente. Prefiero esos libros que una se lee con la sonrisa en el rostro, pero que no tiene intención en ningún momento de arrancarte la carcajada. Así que este libro no entra dentro de mis planes de lectura, y después de leer tu reseña, más convencida estoy.
Besotes!!!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Veo que no soy la única a la que le cuesta reír con un libro. Eso es un consuelo, jeje. Es cierto que es más fácil emocionar y hacer llorar. Muchos besotes, guapa!!

Margaramon dijo...

No me llama la atención. Eso de que parezca que te tiene que hacer reir y luego de deje sin nada, me decepcciona un poco. Besos

Iciar dijo...

Como siempre digo, agradezco la sinceridad, aunque provengan de libros 'mandados'
Al fin y al cabo, uno se hace a la idea, y sabe lo que puede esperar. A menudo pasa que lees una reseña negativa, y sin embargo, lo que se dice como negativo, te llama la atención y piensas que a pesar de eso, por otras cosas, o por esas mismas te podría gustar.
En este caso, creo que tus motivos de disgusto, también podría ser los míos. Las tramas de personajes dólo me interesan si son completos, porque para superficialidades, ya tenemos la vida normal, donde muy a menudo se esconde lo que se piensa o se dice.
Un abrazo querida

Rosalía dijo...

Pues me llama mucho la atención. Me lo apunto para más adelante cuando pueda leerlo.

bsos!

María dijo...

El argumento no está mal pero luego tu opinión no me termina de convencer para hacerme con el libro. Además que Pablo también lo ha leído y más o menos, he entendido que opináis lo mismo. No sé, tengo mucho pendiente por el momento... Otra vez será ;-)
¡Muchos besos!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

No me extraña que no te llame la atención, a mí me decepcionó mucho y es algo que no me gusta nada. Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Siempre intento ser sincera en mis reseñas, para eso es mi blog personal, para poder decir todo lo que quiero, independientemente de cómo haya llegado el libro a mis manos. Para una buena trama de personajes el personaje tiene que ser muy completo, si no, decepciona mucho. Otro abrazo muy fuerte para ti.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Me encanta esta variedad de gustos y opiniones, me alegro de que a pesar de que a mí no me gustó nada, a ti sí te llame la atención y espero que lo disfrutes mucho, ya nos contarás qué te parece. Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Sí, Pablo lo leyó antes que yo y a él también le decepcionó y nuestras opiniones coinciden bastante. Muchos besos, guapa!!

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