viernes, 10 de diciembre de 2010

Romancero

Publicado por Goizeder Lamariano Martín

Título: Romancero
Autor: Anónimo
Editorial: Crítica
Año de la edición: 1994
Páginas: 398
ISBN: 8474236002

Continúo leyendo clásicos de nuestra literatura. Después del Cantar de Mío Cid y Lazarillo de Tormes ahora le ha tocado el turno al Romancero. Si ya era reacia a leer las dos primeras obras, ya que al menos hasta ahora no era muy dada a leer clásicos, todavía tenía más prejuicios al acercarme al Romancero. Porque la poesía siempre ha sido mi gran asignatura pendiente. Pero, una vez más, tengo que confesaros que la lectura no solo me ha gustado, sino que incluso me ha sorprendido y me ha hecho disfrutar, aprender y reflexionar. Casi nada para ser tan reacia. 

Lo primero y lo que más me ha sorprendido es descubrir que no sólo hay romances que hablan de amor, de guerras o de enemistades y odios entre cristianos y moros, sino que también hay muchos otros que nos cuentan historias épicas, históricas e, incluso clásicas o bíblicas. Al menos en la edición que yo he leído los romances están divididos en siete capítulos según su temática: épicos, históricos, fronterizos o moriscos, sobre materia de Francia, novelescos, bíblicos y clásicos.

Otra cosa que me ha llamado la atención y que me ha gustado mucho es ver cómo con tan pocas palabras, en unos pocos versos, estos autores que recopilaron por escrito todos estos romances o canciones populares que se transmitían por tradición oral eran capaces de contarnos historias llenas de sentimientos. Historias que nos hablan de amor y de desamor, de victorias y de derrotas, de celos, de odios, de venganza, de discusiones familiares, de miedos, de fantasmas, de traiciones, de pasado, de presente, de futuro, de muerte y, sobre todo, de vida.

También me ha sorprendido mucho comprobar que varios de estos romances que ahora he leído los había tenido que leer y, sobre todo, aprender de memoria en el colegio o en el instituto. Pero entonces creía que eran unas poesías sin más, nadie se molestó en explicarme nada sobre los romances ni sobre las historias que transmitían en forma de canción, representación teatral, relato o texto todos esos versos que en aquellos momentos a mí no me decían nada y que ahora, tantos años después, me han transmitido tantas cosas. Y todas buenas.

Os dejo un romance que en tercero de Primaria, cuando tenía nueve años, me enseñaron en el colegio en forma de canción y que ahora, aunque con la letra un poco cambiada, he vuelto a leer y me ha traído tantos y tan buenos recuerdos de esos años.

Conde Olinos

Conde Olinos por amores es niño y bajó a la mar,
fue a dar agua a su caballo la mañana de San Juan.
Desde las torres más altas la reina le oyó cantar:
-Mira, niña, cómo canta la sirenita del mar.
-No es la sirenita, madre, que esa tiene otro cantar:
es la voz del conde Niño que por mí llorando está.
-Si es la voz del conde Niño yo le mandaré a matar,
que para casar contigo le falta sangre real.
-No lo mande matar, madre, no lo mande usted matar,
que si lo manda matar, madre, juntos nos han de enterrar.
Guardias mandaba la reina al conde Niño buscar
que le maten a lanzadas y su cuerpo echen al mar.
Él murió a medianoche y ella a los gallos cantar;
ella, como hija de reyes, la entierran en el altar
y él, como hijo de condes, tres pasitos más atrás.
De ella nació una rosa y de él un tulipán;
la madre, llena de envidia, ambos los mandó cortar.
De ella nació una paloma, de él un fuerte gavilán.
Juntos vuelan por el cielo, juntos vuelan a la par.

Os pondría muchos más romances, porque la verdad es que hay muchísimos que me han encantado, pero no quiero extenderme más. Así que ya sabéis, descubrirlos, leerlos y disfrutarlos por vosotros mismos.

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí. 

12 comentarios:

sonia dijo...

yo mira con este no me atrevo, yo creo que ya les cogí un poco de manía en el cole y no he conseguido todavía quitármela...
Un besote gordo

Trescatorce dijo...

He de reconocer que la poesía también es mi asignatura pendiente, y eso que en el colegio intentaron inculcarme el amor por la misma. No es que no lo consiguieran, durante años continué un cuaderno donde escribía las poesías que más me gustaban, cuaderno que iniciamos en clase (yo soy de EGB), allá por tercero o cuarto. Lo que pasa es que me dediqué casi por completo a la prosa, y ya de ahí no salgo mucho.
Algún día volveré a la poesía. Gran reseña, y gracias por compartir el romance del Conde niño. Precioso.

Carm9n dijo...

Los leí hace tiempo y me sabía un montón de romances de memoria. Qué evocadores de otros tiempos...!!
Un beso,

Luisa dijo...

¡Qué bien que estés disfrutando tanto con estas lecturas "obligatorias"!
Creo que algo tiene que ver la edad, pues leer algunas de estas obras de niños...
Besitos.

Carol dijo...

Jo estás a tope con las lecturas, veo que te has tomado con ganas la nueva carrera. A mí también me hicieron como a ti, estudiar de pequeña los romances sin tener ni idea de lo que eran, hasta que no fui más mayor no pude entenderlos y disfrutarlos. Como digo siempre, creo que los planes de estudio respecto a la literatura están un poco mal hechos, y que desaniman a muchos niños a la hora de leer. Bsos

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Sonia,

Pues nada, ya te animarás con otros muchos. Me temo que, por desgracia, no eres la única que cogió manía a este tipo de lecturas clásicas por culpa de la obligación de leerlas, sin explicación ni contexto, a edades demasiado tempranas, en fin, cosas de la educación. Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Trescatorce,

Me alegro mucho de que te haya gustado esta reseña y el romance que he elegido como muestra. No te preocupes ni te agobies, hay tiempo y etapas para todo, unas veces prosa y otra poesía, lo importante es disfrutar con la lectura, sea la que sea. Me ha gustado mucho, me ha parecido muy bonito lo de tu cuaderno de poesías. Un saludo.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Carmen,

Yo también me aprendí de pequeña muchos romances de memoria y algunos incluso todavía los recuerdo, por eso me ha hecho ilusión y me ha sorprendido encontrarlos ahora en este libro. Un abrazo.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Luisa,

Estoy de acuerdo contigo, la edad tiene mucho que ver y hay lecturas que no son recomendables para según qué edades, de niños no se entienden, no se disfrutan y al final se les acaba cogiendo manía. Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Carol,

Sí, estoy muy ilusionada y contenta con la carrera y por suerte estoy disfrutando de las lecturas, así que no me quejo. Estoy de acuerdo contigo en lo de los planes de estudio que, como he comentado con Sonia y con Luisa, al final lo que consiguen es que se coja asco o manía a según qué lecturas en vez de fomentar el amor por la literatura. Un abrazo muy fuerte.

samarkanda dijo...

También me tocó aprenderme los romances pero mi profesor nos los explicaba para que los comprendiéramos mejor. Este que has puesto aún lo sigo sabiendo de memoria como el del prisionero, que me gusta más.
Musus.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Mafaldas,

Qué suerte tuviste con un profesor así, explicados no sólo se aprenden más fácilmente, sino que se disfrutan mucho más. Qué gracia que tú también te acuerdes de este romance. A mí el del prisionero también me gusta mucho, lo tuvo que aprender en el colegio y todavía lo recuerdo y me ha hecho ilusión volver a encontrarlo ahora tantos años después. Muxus!

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