viernes, 20 de agosto de 2010

Carreteras secundarias, de Ignacio Martínez de Pisón

Publicado por Goizeder Lamariano Martín

Título: Carreteras secundarias
Autor: Ignacio Martínez de Pisón
Editorial: Anagrama
Año de publicación: 1996
Páginas: 255
ISBN: 8433966685

Carreteras secundarias es el segundo libro que leo de Ignacio Martínez de Pisón después de haber disfrutado muchísimo en 2008 con su obra Dientes de leche. Este segundo libro lo descubrí por casualidad en la biblioteca y sólo me ha durado un día. Es lo malo, o lo bueno, de estar de vacaciones y con el ordenador estropeado. Tengo todo el tiempo del mundo. He terminado de leer Carreteras secundarias esta misma mañana, martes día 17, y me ha dejado una sensación extraña, difícil de explicar. Es de esos libros con los que te sientes muy identificado, demasiado, y en los que no puedes dejar de pensar horas e incluso días después de haberlos leído. 

Pero no sabría decir exactamente por qué. Quizá porque es una historia demasiado real, próxima, humana, cercana y, sobre todo, dura, cruel, triste. Como la vida misma.

A sus 15 años, Felipe vive con su padre en apartamentos de playa en los que sólo pasan los inviernos. No tiene amigos, no conoce a su familia, casi nunca va a clase y no conoce a su madre, que murió poco después de que él naciera. Felipe no tiene nada ni a nadie. Sólo a su padre, a quien odia con toda su alma por ser un pobre diablo sin oficio ni beneficio, un vividor, un farsante, un estafador, un delincuente.

Pero sobre todo le odia por obligarle a vivir así, en una huida constante, de una playa a otra, de un apartamento a otro, de una ciudad a otra, de una provincia a otra. Le culpa de las mudanzas repentinas, imprevistas, caóticas, en las que cada vez se llevan menos cosas y van dejando atrás, olvidados, abandonados, más trozos de su pasado, de su historia y de su vida.

Felipe también culpa a su padre de enamorarse de mujeres que, por mucho que lo pretendan, nunca serán su madre y de no dejarle tener un perro. Pero, por encima de todo, lo que más odia Felipe de su padre es esa dignidad que le empuja a mentir, a aparentar, a engañar, sólo para impresionar a los demás. Y ese orgullo que no le deja pedir perdón ni reconciliarse con su familia de Vitoria: su hermano, su cuñada, sus sobrinos y, sobre todo, su madre.

A pesar del tiempo transcurrido, su padre nunca le habla de su familia ni de por qué lleva tantos años sin ir a Vitoria a verles. Felipe sólo sabe que son ricos, muy ricos, no como la familia de su madre o como ellos mismos, que son tan pobres que no tienen dónde caerse muertos. Pero a sus 15 años Felipe no entiende nada. No comprende la obsesión de su padre por su coche, un Citroën Tiburón que parece el coche de un ministro, o por hacer negocios ilegales, absurdos y condenados al fracaso.

Tampoco entiende su obsesión por hacerse rico. Pero, poco a poco, a lo largo de las páginas, Felipe comprenderá eso y mucho más. Comprenderá que el amor no es una gilipollez, que hacerse pajas no es tan guarro ni tan malo como pensaba y, sobre todo, comprenderá que a veces es mejor esperar a que los sueños te alcancen que perseguirlos por toda España en un Citroën Tiburón.

Pero, por encima de todo, Felipe se dará cuenta de que ya no tiene sentido odiar a su padre y avergonzarse de él. Porque, al fin y al cabo, le guste o no, se parecen demasiado. Mucho más de lo que a él le habría gustado.

Sin embargo, todo eso lo aprenderá Felipe sólo cuando ya sea demasiado tarde. Cuando ya han tocado fondo, cuando los negocios y los amores de su padre los han convertido en verdaderos delincuentes obligados a huir. Pero no huyen sólo de la policía, sino, sobre todo, de su historia, de sus antepasados, de su familia.

Porque, cuando finalmente conoce a su familia de Vitoria, Felipe entenderá entonces por qué su padre es cómo es. Y ya nunca sentirá odio o vergüenza ajena por él. Al contrario, cuando, poco a poco, Felipe conozca la verdadera historia de su padre y todo lo que ha hecho y todo lo que ha estado dispuesto a hacer por él, por primera vez Felipe se sentirá orgulloso de ser su hijo y de que él sea su padre.

Con una mezcla exacta y perfecta de situaciones crueles, tristes y duras pero, al mismo tiempo llenas de humor y ternura, Ignacio Martínez de Pisón logra en esta novela reflejar y transmitirnos la peculiar pero no por ello menos intensa y conmovedora relación entre un padre y un hijo y las peripecias que ambos protagonizan para sobrevivir en la España de los primeros años setenta.

Tras recorrer Zaragoza, Lérida, Barcelona, Valencia o Murcia, padre e hijo comprenderán finalmente que lo importante no es el pasado, la historia o la familia. Entenderán que lo único que importa es seguir, avanzar, hacia adelante, siempre. Sea a donde sea. Y que lo realmente valioso es la compañía, no el medio en el que se viaja. Y los dos juntos aprenderán que, en realidad, recorrer poco a poco el largo y sorprendente camino de la vida por carreteras secundarias es mucho mejor que atravesarlo a toda velocidad por autopistas que sólo conducen a esa vida normal tantas veces deseada y soñada y finalmente tan odiada.

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí

16 comentarios:

samarkanda dijo...

Me da la impresión de que es un libro con un trasfondo más duro de lo que se aprecia a simple vista y me has dejado con la curiosidad de saber por qué Felipe cambia de opinión respecto a su padre, así que, se convierte en candidato para futuras visitas a la biblioteca.
Musus.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Mafaldas,

Me alegra saber que mi reseña ha conseguido picarte la curiosidad. Y sí, tienes razón, es un libro con muchísimo trasfondo, duro, eso sí, pero profundo y es una historia muy buena. Me ha resultado difícil escribir la reseña sin desvelar los muchos secretos que esconde esta novela, no sólo a simple vista, sino, sobre todo, entrelíneas. Espero que, si al final lo coges en la biblioteca, lo disfrutes mucho. Ya contarás. Muxu asko.

Carol dijo...

No he leído aún a éste autor, hace años vi la película protagonizada por Antonio Resines y me gustó muchísimo, no sabía que estaba basada en un libro, me pregunto qué grado de fidelidad tendra. Si es una novela rápida de leer me haré con ella en mi próxima visita a la biblioteca, que tengo ya una pila de libros interminable.

María dijo...

No he leído el libro pero si he visto la película y no me pareció mala del todo. Está entretenida con lo que seguro el libro está mejor. Me has abierto el apetito de leerlo. Tengo que ir de compras libreras después de vacaciones y voy apuntando jeje. Miles de besos!!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Carol,

No sabía que había película de este libro, a ver si la busco y la veo, que me ha entrado mucha curiosidad. Lo de la fidelidad entre libro y película, eso ya es otra historia, pero ya sabes lo que tenemos que hacer para comprobarlo, tú leer el libro y yo ver la película. Si al final coges el libro de la biblioteca, espero que te guste mucho, ya contarás. Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

María,

Te digo lo mismo que a Carol, no sabía que había película, pero espero poder verla pronto. Me alegro de que mi reseña te haya abierto el apetito para leer este libro. Si al final lo compras, espero que lo disfrutes mucho. Un besazo enorme.

Luisa dijo...

Me encanta descubrir en otros blogs autores y libros que no conocía, como es el caso de éste que reseñas. Apuntado queda, pues me llama la atención la historia.
Besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Luisa,

Me alegra saber que gracias a esta reseña has descubierto un autor y un libro que no conocías y que, además, te han entrado ganas de leerlo. Eso es lo mejor de los blogs, compartir opiniones y descubrir nuevos horizontes con los que seguir disfrutando. Espero que te guste mucho. Un besazo.

Mertxe Costas-Bookworm dijo...

Me llama mucho la atención el argumento de esta novela y que esté en la edición compacta de Anagrama ya le da muchos puntos para que se venga conmigo a casa, pero... como tengo sin leer todavía "Dientes de leche" esperaré a ver qué tal el estilo del autor y luego veré si lo compro o no.
Un besote

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Bookworm,

Estoy contigo, los compactos de Anagrama son muy buena opción para llevarse a casa. Mi chico y yo somos adictos a ellos, jeje. El argumento de esta novela es muy especial y muy recomendable. Si tienes Dientes de leche en casa, lee primero ese y si te gusta el autor, anímate con Carreteras secundarias. A mí estas dos novelas me han encantado, seguro que sigo leyendo más novelas de Martínez de Pisón. Ya nos contarás qué tal te va con este autor. Muchos besos.

Anónimo dijo...

Me han recomendado este libro, por eso he leído tu reseña a trocitos (ya la leeré entera cuando lea el libro y te comentaré entonces). Me alegra que te haya gustado... acaba de adelantar posiciones en mi lista.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Lahierbaroja,

Yo también te recomiendo este libro y espero que siga adelantando muchas posiciones en la lista y que pronto lo puedas leer y disfrutar. Ya nos contarás entonces qué te ha parecido, pero espero que te guste tanto o más que a mí. Y gracias por leer la reseña, aunque haya sido sólo a trocitos, jejeje. Besos.

Anónimo dijo...

no conocía ni al autor, ni la obra ¡es lo maravilloso que tiene visitar blogs de libros y lecturas! ¡que emoción! me lo llevo anotado en mi libreta ;) ¡gracias!

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Bibliobulímica,

Qué razón tienes, es fantástico descubrir nuevos libros y autores gracias a las reseñas y comentarios de otros blogs, es lo mejor de la blogosfera, el intercambio de gustos y opiniones. Me alegra mucho que te haya hecho tanta emoción. Qué rapido te lo has apuntado! No tienes que darme las gracias por nada, para eso estamos! Muchos besazos.

Anónimo dijo...

Hola, soy una fan incondicional de toda la obra de Ignacio Martínez de Pisón, y me he leído una docena de libros suyos (vamos que sólo me faltan los juveniles de cuando iniciaba su carrera literaria) recomiendo tanto "Carreteras secundarías" como cualquier otro libro suyo. Con una mezcla de humor y ternura muy característica en Pisón todos sus libros están cargados de buenos personajes e historias muy bien contadas que te mantienen enganchado de principio a fin. Me alegra haber encontrado este post, suelo dar con muy poca gente que comparta mi pasión por este autor y me ha gustado mucho tu reseña Goizeder Lamariano. "Dientes de leche" también está entre mis preferidos junto con "El tiempo de las mujeres" y "Enterrar a los muertos". Sobre la película que también la he visto te diré que guarda bastante fidelidad al libro, Pisón como guionista que es se encargó del guion, como también lo haría después realizando un fantástico trabajo con el guión de la película "Las trece rosas". Un saludo, Yolanda.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Yolanda,

Bienvenida a Cuéntate la vida. Muchas gracias por la visita y por el comentario. Vuelve siempre que quieras para leer, comentar o lo que te apetezca, siéntete como en tu casa. Me alegra mucho saber que mi reseña te ha gustado tanto y que he estado a la altura de una fan tan incondicional de Ignacio Martínez de Pisón. Tienes razón, para lo prolífico que es este escritor, al mismo tiempo es muy poco conocido. Como habrás podido leer, yo lo descubrí por casualidad con Dientes de leche, que me encantó, y lo mismo me ha pasado con Carreteras secundarias. Y como he visto que en mi biblioteca tienen varias novelas suyas, seguiré disfrutando con este escritor. Tomo nota de tus recomendaciones. La película Carreteras secundarias no la he visto pero si dices que es fiel al libro, la veré. Y no sabía que él mismo se había encargado del guión y tampoco sabía que era el guionista de Las trece rosas. Siempre es bueno conocer cosas nuevas. Un saludo y hasta la próxima.

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