Encuentro con Dolores Redondo

En cuanto me enteré hace un par de semanas de que Dolores Redondo venía a Pamplona al Club de Lectura de Diario de Navarra me faltó tiempo para conseguir una invitación que, por cierto, se agotaron enseguida. Mi madre y mi tía se quedaron con las ganas, ya que no les dio tiempo a inscribirse. De todas formas, aunque hubiesen tenido invitación, creo que al final no hubiesen ido. La cita era ayer a la tarde, a las siete y media, y a esa hora, hacía tanto frío y llovía tanto, que costaba vencer la pereza y salir de casa. 

Pero mereció muchísimo la pena. La sede de Diario de Navarra de la calle Zapatería del Casco Viejo pamplonés era un lugar ideal para refugiarse  y buscar el calor de los libros. Aunque es una de mis escritoras favoritas y he leído sus seis novelas, solo había podido verla en persona hace dos años en el festival Pamplona Negra y tenía muchísimas ganas de verla de cerca, escucharla y que me firmase La cara norte del corazón. Así ya tengo en casa los cuatro libros protagonizados por Amaia Salazar dedicados. 

La periodista encargada de charlar con la escritora donostiarra fue Belén Galindo. Entre las dos fueron desgranando ante la atenta mirada de los muchos lectores que acudimos al encuentro multitud de temas a cada cual más interesante que el anterior con una charla amena y cercana que nos hizo sentir como en casa. 

Una de las cuestiones que más me llamó la atención fue la diferencia que Dolores Redondo hizo entre autor y escritor. Para ella, un autor se dedica a escribir sobre un tema que está de moda en ese momento, para vender lo máximo posible, sin querer llegar al lector, conmoverlo, transmitirle sentimientos. En definitiva, sin llevar la novela dentro de él. 

Al contrario de lo que pasa con los escritores, que tienen la novela dentro y sienten la necesidad de sacarla, de escribirla y compartirla, en un proceso descargante, terapéutico y casi como una catarsis. 

Y eso es justo lo que le pasó a ella. Mientras escribía otra novela que nada tiene que ver ni con Amaia Salazar ni con Baztán, la tragedia del huracán Katrina que arrasó Nueva Orleans en agosto de 2005 se le fue metiendo dentro. Empezó a ocupar su mente, hasta el punto de que no podía pensar en otra cosa y, finalmente, animada por su familia, viajó a Nueva Orleans y allí mismo, en la habitación del hotel, comenzó a escribir La cara norte del corazón, dejando de lado la otra novela en la que estaba trabajando. 

Por eso mismo, porque no lo tiene dentro, ha rechazado propuestas de escribir una novela sobre terrorismo al hilo de Patria, de Fernando Aramburu. 

Nos confesó que en un primer momento la novela iba a tener otro título, pero no nos lo quiso desvelar porque le parecía tan bueno que se lo guarda para una historia futura. Nos quedamos con la intriga y las ganas. 

Para alegría de sus incondicionales, entre los que me incluyo, nos adelantó que habrá más libros protagonizados por Amaia Salazar. Y aunque en el turno de preguntas no me dio tiempo a intervenir, no me iba a quedar con las ganas y mientras me dedicada el libro, le pregunté si se había planteado escribir una historia protagonizada por Aloisius Dupree. 

Después de las pinceladas que fue dejando en la trilogía de Baztán y de que en La cara norte del corazón se profundiza más en el pasado de Dupree, creo que somos muchos los lectores que nos hemos quedado aún con ganas de más. Este personaje a mí me da muchos quebraderos de cabeza, me trae por la calle de la amargura y me encantaría que se publicase un spin-off suyo. Y me dijo que sí, que muchos lectores le han preguntado lo mismo y que se lo está planteando. Así que Eyra, ya podemos estar tranquilas, jejeje. 

También hubo tiempo para hablar de las adaptaciones cinematográficas de sus novelas, de los paralelismos entre la mitología de Baztán y el vudú de Nueva Orleans, de la cara norte, la inaccesible, la difícil, la oscura que todos llevamos dentro o de lo bien que se lo pasa escribiendo y, sobre todo, conociendo y charlando con sus lectores. 

Hacía mucho tiempo que no iba a un encuentro con escritores y lo disfruté muchísimo. Antes publicaba en el blog con bastante asiduidad crónicas de presentaciones, pero he perdido la costumbre y ayer no me acordé de llevarme libreta y boli. Aun así, espero que os haya gustado esta entrada. 

Abrazos literarios para todos.