viernes, 24 de diciembre de 2010

Milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo

Publicado por Goizeder Lamariano Martín

Título: Milagros de Nuestra Señora
Autor: Gonzalo de Berceo
Editorial: Crítica
Año de la edición: 2002
Páginas: 241
ISBN: 848432320X

Después de leer El Cantar de Mio Cid, el Lazarillo de Tormes, el Romancero y La vida es sueño, vuelvo a los clásicos, en este caso medievales, con Milagros de Nuestra Señora, del riojano Gonzalo de Berceo. Como ya os podéis imaginar, si he leído esta obra ha sido gracias a la universidad. Aunque no me ha gustado tanto como las anteriores, sí que me ha sorprendido en algunos aspectos. Si no me ha gustado ha sido porque me ha resultado monótono, repetitivo, poco verosímil, muy lento y muy estático. Incluye mucha, demasiada descripción y casi nada de acción, de ritmo. 

Además, hay una presencia excesiva del narrador y una casi inexistente presencia de los personajes. Apenas se les deja hablar, no se les da voz ni protagonismo, están ausentes y sólo los conocemos por lo que nos cuenta el narrador, lo que los aleja del lector, los convierte en unos desconocidos con los que es imposible sentirse identificado y llegar a conocerlos y a saber lo que piensan, lo que sienten o saber o al menos intuir sus motivaciones.

Milagros de Nuestra Señora está formado por 25 milagros realizados por la Virgen María. Ella es la protagonista absoluta de la obra. Cada uno de los milagros está protagonizado por un personaje distinto, en los que encontramos una gran variedad: obispos, sacristanes, clérigos, mendigos, ladrones, monjes, peregrinos, labradores, priores, judíos, niños, embarazadas, monjas, abadesas o náufragos. Sin embargo, como se puede ver, todos los personajes tienen algo en común, ya que todos ellos son, por decirlo de algún modo, hombres y mujeres de iglesia, religiosos o, como mínimo, devotos de la Virgen María.

Todos estos personajes tienen también otra cosa en común, y es que todos han cometido algún pecado. En unos casos es el robo, en otros, la envidia, la codicia, el abuso de alcohol o incluso pactar con el diablo. Pero la mayoría de los milagros nos habla de un mismo pecado, el sexo, especialmente entre los monjes, los clérigos, los sacristanes o las monjas.

Ese es exactamente el mensaje, la moraleja que nos quiere transmitir esta obra. No importa los pecados que cometamos, porque si le rezamos todos los días a la Virgen, ella intercederá por nosotros, salvará nuestra alma y evitará que acabemos en el infierno cuando hayamos muerto. Como se ve, queda claro que este libro pertenece al mester de clerecía, es decir, aunque está escrito por Gonzalo de Berceo, su emisor principal es la propia Iglesia, que de esta forma quería llegar a los fieles, al pueblo, para convencerlos de los beneficios que podían obtener de la religión.

Precisamente lo que más me ha sorprendido y más me ha llamado la atención de esta obra es la lucha, el enfrentamiento y casi me atrevería a decir la guerra que llevan a cabo la Virgen María, acompañada por santos y por ángeles, contra el diablo, que a su vez está respaldado por los demonios. Me ha hecho gracia cómo se representa a la Virgen como si fuese la capitana del ejército celestial y al diablo como si fuese el capitán del ejército del infierno. En la mayoría de los milagros el personaje muere y los dos ejércitos luchan entre ellos por conseguir el alma del difunto. Las dos partes siempre recurren al mismo argumento para defender su postura. El diablo recuerda que esas personas eran unos pecadores y la Virgen María le responde a su vez recordándole que, aunque pecadores, eran devotos suyos. Por supuesto, siempre gana la Virgen y el alma del pobre personaje acaba en el cielo y no en el infierno. Como se puede apreciar, esta obra tiene unas grandísimas dosis de maniqueísmo.

Sin embargo, la Iglesia no obtuvo con esta obra los resultados que esperaba. Milagros de Nuestra Señora no tuvo éxito, no gustó a la gente, no consiguió engañarles ni convencerles y murió en el olvido poco después de nacer, en el mismo siglo XIII. Los milagros no se transmitieron oralmente, no corrieron de boca en boca, no se recitaron, no se cantaron y, en definitiva, no perduraron en el tiempo. Es cierto que han llegado hasta nuestros días, pero únicamente porque se conservaron por escrito y sin modificaciones, sin cambios, sin distintas versiones. Lo que la Iglesia decía era dogma, no se podía cambiar ni manipular. No se podía tocar. Por eso era algo alejado del pueblo, que no sentía este tipo de literatura como suya, sino como algo ajeno. Todo lo contrario de lo que ocurría, por ejemplo, con los romances. 

Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.

16 comentarios:

golem dijo...

Hola Goizeder:

Aunque no te haga comentarios siempre (el tiempo, ese maldito tirano), vengo disfrutando enormemente de tus reseñas sobre los clásicos y esta me ha encantado particularmente. Es la mejor demostración de que a los clásicos hay que acercarse con libertad y con respeto, sin ataduras ni reverencias innecesarias. El efecto además es curioso porque me has provocado más ganas de leer estos Milagros de Nuestra Señora.

Un fuerte abrazo y Feliz Navidad.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Golem,

Lo primero, feliz Navidad para ti también. Espero que disfrutes mucho de estas fiestas junto a tus familiares y amigos y que acabes y empieces el año lo mejor posible. No te preocupes por los comentarios, que esto no es una competición, hombre. Todos estamos liados con mil historias y el tiempo se nos escapa sin que nos demos cuenta. Me alegra mucho saber que te están gustando mis reseñas de los clásicos, sobre todo de esta última. Me ha gustado eso que has dicho de acercarse a los clásicos con libertad y respeto y sin ataduras ni reverencias, es muy cierto, al menos en mi caso, que era muy reacia a leer este tipo de obras y me estoy llevando muchas y muy buenas sorpresas y estoy disfrutando mucho con las lecturas. Qué bien que la reseña te haya provocado ganas de leer esta obra, si al final te animas ya nos contarás. Un abrazo muy fuerte y feliz Navidad.

Ysabel dijo...

Me gusta mucho leer y releer a los clásicos y Berceo siempre está entre ellos. A pesar de haber escrito en la Edad Media tiene algo que sabe llegar al corazón del lector. Feliz Navidad, que sea muy especial y haga realidad todo lo que deseas tanto hoy como siempre. Muchos besos

Carol dijo...

Este libro no lo he leído, y la verdad es que muchas ganas no tengo, creo que sería demasiado denso para mi. Bsos

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Ysabel,

Feliz Navidad y feliz 2011 para ti también!! Espero que sea un año lleno de buenas lectores y de deseos y sueños cumplidos. El libro me ha gustado en algunos aspectos, pero de los clásicos que he leído este año es el que menos me ha gustado, por lo que comento en la reseña. No he leído nada más de Berceo, así que tampoco puedo opinar mucho. ¿Has leído algo más de este autor? ¿Alguna recomendación? Muchos besos.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Carol,

Este libro la verdad es que a mí también me ha parecido denso, repetitivo y aburrido por los motivos que he explicado en la reseña. No podemos leer todo y está bien descartar lecturas de vez en cuando. Un abrazo muy fuerte.

mafaldas dijo...

Solo he leído fragmentos sueltos de este libro y, en su momento me parecieron aburridísimos, así que dudo mucho que lo lea. Hay otros clásicos más entretenidos, o al menos a mí me lo parecen, como puede ser La Celestina.
Musus.

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Mafaldas,

Este libro me ha parecido el más aburrido de los cinco clásicos que he leído hasta ahora en la carrera. La Celestina no lo he leído entero, solo fragmentos en el instituto, pero muchísima gente me lo ha recomendado y tengo ganas de leerlo, a ver si en 2011 le hago un hueco. Muxus!

Luisa dijo...

Pues este clásico no lo voy a leer. No me llama nada y me falta tiempo para todo lo que tengo en casa (y lo que vendrá).

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Luisa,

Si te digo la verdad, no te pierdes nada por no leerlo, tenemos que ser muy selectivos con tantos libros que hay para leer y el poco tiempo que tenemos para hacerlo. Con el Cantar del Mio Cid, el Lazarillo de Tormes, el Romancero y La vida es sueño disfruté mucho y recomiendo estos clásicos a todo el mundo, pero este libro no. Muchos besos.

Bibliobulimica dijo...

tomo en cuenta que no te gustó tanto como los clásicos anteriores, y cuando tenga oportunidad empezaré con alguno de los otros. Aunque agradezco muchísimo tu reseña porque al menos, así se un poco de qué va...^^ (que sinverguenza ¿verdad?)
un beso,
Ale

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Ale,

Me alegro mucho de que mi reseña te haya servido para saber de qué va este clásico y para descartarlo, no podemos leer todo, y de sinvergüenza nada de nada! Ya nos contarás qué tal si al final te animas a leer alguno de los otros clásicos. Muchos besos!

MARIA FRANCISCA dijo...

aunque los comentarios te den la razon yo te sugiero que lo vuelvas a leér, a mi, me no me ha parecido tan malo, ni monotono no podemos comparar, la celestina, con es ten otro un saludo

Goizeder Lamariano Martín dijo...

María Francisca,

Bienvenida a Cuéntate la vida. Muchas gracias por tu visita y por tu comentario. Siéntete como en tu casa y vuelve a este pequeño rincón literario siempre que quieras para leer, comentar o lo que te apetezca. Creo que no se trata de tener razón o no, sino de que cada uno tenemos diferentes gustos y opiniones. Me alegro de que te haya gustado. Un saludo y hasta la próxima.

Anónimo dijo...

Ayudame con el análisis literario del capitulo XI, por favor

Goizeder Lamariano Martín dijo...

Anónimo,

Lo siento esto es un blog de reseñas no una página como El rincón del vago. Un saludo.

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